viernes, 16 de noviembre de 2012

El Poder de Uno

Vivimos en tiempos de cambios. Cambios que ocurren tanto en el ámbito global, afectando a naciones o continentes enteros, como también a nivel local, los cuales se producen en nuestro país o nuestra comunidad.

En la historia reciente hemos sido testigos de la caída del muro de Berlín, la formación de la Comunidad Económica Europea, las crisis en Argentina y Uruguay, y el comienzo de lo que podría ser otra similar en Venezuela. Por nombrar solo algunas.

Puede o no ser aparente, pero cada uno de esos eventos tuvo como desenlace una tendencia a la unidad. Alemania volvió a ser una sola, Europa se reconoce como parte de un solo continente, y tanto Argentina como Uruguay ahora se encuentran unidos internamente encaminados en proyectos que beneficien a sus habitantes.

Crisis


Cada uno de esos procesos tuvo su origen, en mayor o menor grado y de diferente índole, en una crisis. Una crisis que se originó cuando a los habitantes de cierta zona geográfica comenzaron a resultarles deficientes los sistemas que funcionaban hasta ese entonces, y a partir de allí comenzaron a exigir nuevos sistemas que llenaran sus expectativas.

Con el pasar del tiempo, al no lograrse los cambios necesarios, en el lapso requerido, gradualmente la crisis se fue convirtiendo en un caos, que no es otra cosa que la acumulación no específica de varias crisis.

En el caso de las crisis, cuando se resuelven las causas que las originaron, la vida puede retomar su curso normal. Pero cuando una crisis se convierte en caos, una vez superado este, nos encontramos con una nueva realidad, en la cual lo que anteriormente considerábamos orden, se ha esfumado, y las cosas ya no volverán a ser como antes.

Y no podría ser de otra manera, pues en el universo entero el orden nace del caos, y en su momento ese orden dará lugar a un nuevo caos que generará un nuevo orden. Es parte del proceso de continuo cambio, evolución y transformación en el que vivimos.

Proceso


Las crisis siempre traen consigo oportunidades, queda de parte nuestra comprenderlas para poder encontrarles una salida que nos permita resolverlas, y aprovechar esas oportunidades que de otra manera pasarían desapercibidas.

Aunque comprender las crisis es tarea individual, su resolución generalmente requiere de la participación colectiva, y las oportunidades que nos brinda son tanto individuales como colectivas.

Debido a la tensión generada por las crisis, un porcentaje significativo de la población afectada por ellas experimentan niveles de conflicto, frustración, rabia y hasta depresión. Quizás la mayor oportunidad que se nos presenta sea la de superar esos estados emocionales, para recuperar el bienestar emocional, y desde allí contribuir a crear nuevos sistemas que redunden en beneficios para todos, basados en la meritocracia y que faciliten la autogestión.

Puesto que la resolución de las crisis requiere de nuestra participación, parte del proceso que ellas generan, consiste en crear un punto de tensión que tenga como desenlace impulsarnos a la acción. Un punto en el cual la situación individual se torne intolerable, y nos motive a encontrarle una solución.

El propósito de las crisis es impulsarnos a la acción, hacernos reconocer los hechos que están sucediendo aquí y ahora, y que son parte de nuestra realidad, tanto individual como colectiva, y a la par mostrarnos la gama de oportunidades que de otra manera desaprovecharíamos.

Este es un proceso complejo, que por lo general pasa desapercibido, pero cuyas implicaciones tienen raíces muy profundas, llegando a modificar el subconsciente, tanto individual como colectivo, y como parte de ese nuevo proceso crear una nueva cultura.

Transición


La cultura es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. En otras palabras, como es con lo que crecimos, la cultura de alguna manera es aquello que damos por hecho, a lo que no prestamos atención por considerarlo normal, o porque simplemente creemos no verlo.

En el proceso de vivir las crisis y superar el caos, estamos contribuyendo, consciente o inconscientemente, a crear una nueva cultura. Una cultura en la cual, en última instancia, los individuos tendremos una visión de responsabilidad global.

Se trata de la cultura que emerge naturalmente como resultado del proceso de elevación de la conciencia experimentado por cada individuo, y como, inevitablemente, esta contribuye a elevar el subconsciente colectivo.

Se trata de la transición del viejo modelo del subconsciente colectivo, en el cual el individuo se consideraba separado del todo, y por ende su principal motivación era a resistir y competir, para dar paso a una nueva conciencia más ecológica, en la cual el individuo se considera parte del todo, y por ende su principal motivación pasa a ser fluir y crear.

Esta conciencia emergente de "Todos Somos Uno" en la cual nos reconocemos como interrelacionados e interdependientes con los demás seres que nos rodean y nuestro ambiente, nos permite vernos como un reflejo del otro, y nos facilita ampliar nuestro concepto de comunidad.

Y nada más natural para esta nueva conciencia que sentir que los actuales sistemas no son adecuados para sus necesidades, y que la limitan, y por ende necesitan ser objeto de una revisión que conduciría a su transformación.

Esto es debido a que los actuales sistemas por lo general fueron implementados con una visión de corto plazo, y quienes han asumido la responsabilidad de administrarlos habitualmente asumen una actitud de intentar postergar, evitar o hasta negar las situaciones que reclaman ser atendidas, lo cual solo entorpece su solución.

Canalizar


Ante esa situación la salida más natural es la de establecer nuevos sistemas que son el producto de la transformación, los cuales se ajusten mejor a satisfacer las nuevas necesidades, tanto particulares como colectivas, aunque en ocasiones estos tengan que levantarse sobre las cenizas del caos.

Es aquí donde entra en juego el poder que tiene cada individuo para crear los cambios que necesita, pues el crear la solución trae consigo la responsabilidad de implementarla. Pero para tener éxito es necesario crear desde la nueva conciencia, una conciencia que pretende el mayor bienestar tanto individual como colectivo, sustentada sobre la base del Ganar - Ganar.

Para lograr los cambios efectivamente, es importante recordar que no es necesario luchar en contra de los sistemas establecidos, pues esto solo les daría fuerza desde nuestra concentración en ellos y nuestra intención de reconocer un poder que se encuentra fuera de nosotros. Recordemos que "lo que resistes persiste".

Se trata de concentrarnos en lo que queremos, en aquello en que estamos a favor, uniéndonos con personas que alimenten los mismos valores y principios para así hacer la diferencia, manteniendo la integridad, reconociendo el poder que se encuentra dentro de nosotros.

Ese es el poder de uno, un poder tan grande que hasta las leyes de la matemática se ajustan para hacer 1 + 1 = 1, pero un uno mucho más grande, mucho más poderoso, mucho más amplio y mucho más capaz.

Es el resultado de la unión de un grupo de personas bajo la tolda de principios y valores elevados, comprometidos a lograr un cambio por una vía en armonía con esos ideales, y en el cual el poder de todos es mayor que la suma del poder de cada uno, el poder de uno.

Se trata de dejar de resistir para comenzar a crear, pero como una sola voz, como un solo ideal, como un solo individuo, como una sola acción. El poder de uno en acción, para el beneficio de todos, sin dañar a nada ni a nadie, el poder que hace la diferencia para el bienestar común.

Libertad


Emplear el poder de uno efectivamente, solo es posible una vez nos liberamos de todo lo que de alguna manera nos ata, especialmente del miedo en todas sus formas, y principalmente del miedo al cambio, el miedo a lo desconocido, y el miedo al éxito.

Soltar amarras y despedirnos de todo lo conocido generando cambios que no sabemos hacia dónde nos conducirán, puede ser una experiencia que nos produzca miedo e incertidumbre, pero solo si lo vemos desde lo que supuestamente perdemos.

También podemos ver la otra cara de la moneda y reconocer las oportunidades que se presentan ante nosotros al producirse cambios en nuestras vidas que nos permitan conocer y poner a prueba nuestra capacidad de triunfar.

Cada miedo que albergamos es un lazo que nos ata, al pasado, a lo conocido, a lo que nos resulta cómodo, a lo que consideramos seguro, y nos neutraliza al momento de actuar. Pero también una oportunidad para descubrir nuestra fortaleza interior, y conectarnos con ella para emplearla a nuestro favor creando conscientemente la vida que queremos vivir.

A medida que soltamos cada uno de esos lazos somos más libres, y más capaces de ejercer plenamente nuestro poder individual, contribuyendo así a un mayor poder de uno.

Nuevos Lideres


Es evidente que así como los actuales sistemas ya no son adecuados para satisfacer las necesidades de las personas que despiertan y se reconocen como artífices de su propio destino, quienes se encuentran a cargo de administrar esos sistemas tampoco pueden ser capaces de ofrecer opciones que aporten soluciones, a menos que también se transformen.

Atrás quedaron los tiempos en los cuales las masas clamaban por un Mesías que resolviera todos sus problemas, y creían en quien les ofreciera hacerlo, como única opción. En la actualidad los individuos reconocen su poder de construir su propia realidad, y se reconocen como creadores de su propio destino, y solo esperan que sus lideres les brinden nuevas y mejores oportunidades para emplear su propio poder.

Nace entonces la oportunidad para nuevos lideres que demuestren habilidad para estimular a encontrar un motivo para la acción a aquellas personas que ya se encuentran motivadas, presentando planes que permitan plasmar los ideales y principios que los motivan en ideas prácticas que produzcan resultados positivos y beneficiosos para todos. Nuevos líderes con vocación de servicio, antes que ansias de poder y deseos de gobernar.

Un nuevo líder necesariamente deberá estar libre de ataduras, y totalmente dispuesto a hacer lo correcto por el bienestar común. Deberá estar consciente de que "Todos Somos Uno" y reconocer que no puede ayudar a sus seguidores sin ayudarse a sí mismo.

Deberá ser una persona de altos principios, ideales y valores, pues solo así comprenderá, valorará, respetará y hará uso efectivo del poder de uno que ha sido elegido para representar, y podrá movilizar, que es lo único que falta para lograr las metas, a ese grupo que ya se encuentra motivado y comprometido con unos altos ideales.

Ejecutar


Para comprender el presente hay que conocer y entender el pasado, pues somos hoy el resultado de nuestras decisiones pasadas, y es hoy que construimos el futuro con las decisiones conscientes que ejecutamos en el presente.

El poder de uno son los valores de todos. Y es con ese poder y esos valores que, juntos, estamos construyendo un nuevo orden. Un orden en el cual el bienestar común prevalece sobre los intereses individuales, los ideales, principios, y valores son las bases que sustentan las metas, despertamos al poder que tenemos para crear, y tomamos conciencia de la responsabilidad que tenemos de generar cambios empleando ese poder para enaltecer nuestros mayores ideales.

A medida que cada individuo corte los lazos que le atan, y se permita conectarse con su poder, y aportarlo para sumar, estaremos construyendo esa nueva realidad que nos permitirá continuar creciendo como individuos responsables ante nuestro entorno.

Ante el caos, lo que ya no funciona le abre paso a un nuevo orden que permita una mayor y más amplia manifestación de vida, y todos, nos guste o no, formamos parte de ese proceso. ¿Cómo prefiere ser recordado?, ¿Por su participación en el viejo sistema?, O ¿Por su aporte para la creación del nuevo orden?.

¡Que Disfrute Creando!

Helios 3000

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