En la mayoría de los cursos que facilito, cuando hablo de comunicación, suelo guardar un pequeño espacio al impacto que algunas, aparentemente “inocentes” palabras, tienen en las personas. Una de las más “peligrosas” es intentar.

Cuando deseo algo de verdad, pongo toda “la carne en el asador” para conseguirlo, me comprometo al 150% y no intento las cosas, las hago.
Esta palabra, cuidado con ella, porque puede marcar la diferencia entre el éxito y el no éxito. Las personas exitosas visualizan el éxito antes de conseguirlo y entonces diseñan las acciones necesarias para conseguirlo. Sienten las emociones que le provocan el reto y el logro y no anticipan el fracaso camuflándolo en forma de intento.
Claro Sara, y si ahora no puedo utilizar la palabra intentar tan usada en nuestro vocabulario, ¿qué hago? Lo entiendo, yo también usé intentar hace algún tiempo, así que te propongo que hagas una sustitución y uses en su lugar la palabra procurar, ¿qué te parece el cambio? Quizás estés de acuerdo conmigo en que es una palabra que invita más a la acción, ¿verdad? A mi y a muchas de las personas que conozco nos sirve, espero que también pueda servirte a ti (y te acuerdes de mi cada vez que escuches intentar ) Piensa ante todo que tienes la maravillosa capacidad de decidir y elegir. Haz las cosas o no las hagas (como dice en la Guerra de las Galaxias el Maestro Yoda), te sentirás mejor tomando una decisión sin excusarte de antemano, pero hazte el favor, no intentes. Si decides hacer algo, vete a por ello con todas tus fuerzas, con todo tu compromiso. ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Nada. Unas veces se gana y otras se aprende (cuanto me gusta esta frase…)
Sara Duarte
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