Pocos dudarían en afirmar, vista la posición actual de Munger, que la vida le ha sonreído y que ha sido una persona de enorme éxito. Sin embargo por suerte o desgracia la vida no suele tener una trayectoria lineal, sino que suele tener altibajos y la vida de Charlie Munger no ha sido una excepción.
En 1949, Charlie Munger tenía 25 años, y acaba de ser contratado por la firma de abogados Wright & Garrett. Ganaba lo que hoy equivaldría a unos $30 mil dólares al año y tenía en su cuenta bancaria ahorrados lo que hoy serían algo más de $13.000. Pocos años después, cuando Munger ya tenía 29 años su mujer se divorció de él tras 8 años de matrimonio. En el divorcio Munger perdió lo poco que tenía, que básicamente era la casa común de la pareja en Pasadena.
Sin embargo, a veces la vida te golpea dos veces y poco después de divorciarse y quedarse sin patrimonio, a su hijo Teddy le fue diagnosticada una leucemia. Un año después, cuando Munger tenía 31 años, su hijo de 9 años moría a causa de la enfermedad. Entre 1965 y 1976 Munger junto con otros socios fundó un par de negocios de inversión que tras crisis puntuales acabaron cerrando. Además sufrió una enfermedad que le ha hecho perder la visión en un ojo.
A principios de los 80 después de dirigir con éxito una caja de ahorro norteamericana llamada Wesco, que fue comprada por Berkshire, Munger se unió a Warren Buffett y juntos se han convertido en unos mitos del mundo de la inversión.
Cómo os podéis imaginar, Munger cree que la adversidad es una oportunidad. Según Munger
” Debes asumir que la vida será dura y preguntarte a ti mismo si lo puedes soportar y si la respuesta es afirmativa, entonces simplemente sonreír y seguir adelante”.
Un artículo publicado en Gurus Blog
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