Ya lo decía Albert Einstein, “la creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura… es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias”. Y agregaríamos que además de ello, nacen aquellos que deciden hacer de sus ideas de impacto social una realidad: los emprendedores sociales. No tienen superpoderes o más capacidades que nosotros, solo entienden que un mundo mejor está en nuestras manos, en las tuyas y en las mías. Para ellos esperar no es una opción, actuar es la solución.
El camino puede ser largo y los retos grandes desafíos, pero lo importante es fijar nuestra meta e intentar una y otra vez darle solución a lo que necesita ser solucionado. A continuación te compartimos 5 cosas, que aunque simples, no deberíamos olvidar, sobre todo si queremos emprender.
- De todos y de todo se aprende: los emprendedores logran su máximo potencial cuando trabajan en equipo. La humildad les enseña que los verdaderos cambios se forjan en unidad y que los proyectos que generan un impacto positivo aprenden de sus experiencias y se ajustan acorde a lo aprendido.
- Tu idea puede ser única pero como todo proyecto necesita de una organización básica: aunque tengamos una idea única esto muchas veces no significa que la forma en que nos organicemos tiene que ser diferente. Por ejemplo, todos los emprendimientos sociales deben contar con una estructura donde se tenga en cuenta las actividades, se distribuyan los recursos y se contabilice lo que se necesita y se gasta.
- “Si no se cuenta, no cuenta”: medir el impacto es crucial para cualquier proyecto, a través de ello podemos determinar qué estamos haciendo bien y en qué podemos mejorar para generar un impacto incluso mucho más grande. Muchas veces nos centramos en otras cosas y no vemos la importancia de generar cambios visibles que nos demuestren que nuestros esfuerzos han valido la pena. Por otro lado, tener claro el impacto que se está generando te ayudará también a que otras personas e incluso instituciones se interesen en lo que haces y te den una mano.
- Simplifica: algunas veces por tratar de hacer más hacemos menos, nos complicamos pensando que sin dificultad y largas discusiones no se obtienen resultados. Muchas veces el actuar es más importante, porque al hacer las cosas simples pero organizadas y focalizadas en los objetivos deseados, logramos lo más importante: pasar a la acción.
- La idea no solo es tuya, es de la comunidad: aunque hayas sido la mente brillante del proyecto, no olvides que tu idea se convertirá en parte de la comunidad por la que trabajas y sus miembros las personas que harán suya tu idea; por ello, no olvides que el protagonismo lo tienen ellos y también los resultados. Los emprendedores son el medio no el fin.
¿Cualquier otra cosa que quisieras compartir?, si eres un emprendedor y pudieses dar un consejo a otros que hasta ahora están empezando, ¿cuál sería?
Adriana Cárdenas – Blog Idealistas
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