Amo a mi mujer, amo a mi perro, amo a una nación como los USA y me amo a mi mismo. Pero también he de decir que amo a mi negocio, lo amo mucho, lo amo, le quiero y lo mimo cada día y de eso es de lo que quiero hablar: de la importancia de amar a nuestro negocio, de la importancia de amar nuestra carrera profesional.
Por supuesto que no se podrá comparar el amor que siento por mi mujer con el que siento por el negocio, o el amor que siento por mi precioso Yorkshire con el que siento por mi carrera profesional, pues son sin duda amores distintos, de índole y de características distintas y de intensidades y matices distintos, pero sin duda a mi negocio, a mi carrera, a los negocios también los amo, y eso es parte del éxito de un negocio.
Amar lo que hacemos, sea esto lo que sea, sea personal o profesional, sea vital o banal y sea permanente o temporal, es la mejor receta para lograr el éxito, para sentirnos satisfechos con lo que hacemos y para vivir una vida con sentido. Y sin duda puedo decir que personalmente tengo la suerte de vivirlo y aconsejo a todos los que puedan buscar el camino para lograrlo, pues no existe satisfacción mayor en el mundo que yo conozca.
Disfruto cada día de mi vida junto a mi mujer como si fuese nuestro primer día, disfruto de la compañía del perro que he nombrado y me satisface y me emociona mi amor por la nación que he nombrado. A su vez disfruto y me siento realizado cada día simplemente por ser yo mismo, por vivir feliz, y disfruto y me siento realizado cada día porque tengo la suerte de trabajar por mi cuenta y de hacer algo a lo que amo, de tener un negocio al que amo viéndolo desarrollarse y crecer, de desarrollarme con él, y sin duda ese privilegio profesional no lo cambio por ningún otro.
En Pymes y autónomos
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