En la frontera entre los estados de California y Nevada (E.U.) se encuentra un lugar llamado el valle de la muerte – Death Valley-.
Es el lugar más caliente del planeta. Nada crece allí.
O eso se pensaba.
En el invierno de 2004, como cosa insólita, cayó una lluvia de 17 cm por toda la zona.
Para la primavera siguiente el valle de la muerte se había convertido en una alfombra de flores. Miles de personas acudieron de todas partes para presenciar el milagro.
Lo que esto implica es que el “Valle de la Muerte” jamás estuvo muerto. Solo dormido esperando un aguacero que hiciera florecer las semillas en su interior.
Te cuento esta historia porque encierra una gran lección:
No importa que tan lejos estás de la persona que puedes ser…
No importa si crees que ya es muy tarde para descubrir y expresar tus talentos o cualquier razón que tengas para renunciar a tener una vida excepcional…
La verdad es que tienes un potencial dentro de tí que no muere nunca. Es cuestión de descubrir – o crear – el aguacero que te hará florecer.
Por tu abundancia
Alberto Fernández
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