viernes, 29 de junio de 2012

Las metas hay que afrontarlas por parcelas

Cuando abordamos una tarea o delegan en nosotros una nueva responsabilidad en ocasiones lo vemos como un mundo e incluso inaccesible, lo que nos lleva a una indeseable situación de estrés que tanto nos perjudica a la hora de lograr un exitoso desempeño. Hoy quiero hablarles sobre esta cuestión, proporcionándoles algunos consejos para que puedan relativizar estas cuestiones para alcanzar los objetivos de una manera más eficiente.

Lo primero que tenemos que hacer a la hora de atajar un desafío con una envergadura importante es analizarlo y tratar de apreciar en él distintos apartados o parcelas con el objetivo de poder repartir su contenido entre los miembros del equipo, atajarlos con mayor énfasis, en definitiva, ejecutarlos de una manera más cómoda y precisa.

 

Por este motivo es muy importante que cuando necesitemos enfrentarnos a un problema no nos pongamos manos a la obra sin haberlo meditado antes, una estrategia poco acertada que además de llevarnos muchas veces a equívoco, consume esfuerzo, tiempo y recursos sin conseguir el objetivo.

Esta reflexión puede aplicarse a muchos ámbitos, y no solo a nivel directivo, sino que también al conjunto de decisiones que cualquier empleado tiene que tomar en su día a día. Y además no es exclusiva para los grandes proyectos, teniendo mucha aplicabilidad también en las tareas más cotidianas.

En Pymes y Autónomos

jueves, 28 de junio de 2012

Hoy voy a ser tenaz

Voy a seguir adelante aunque todo parezca perdido.

Voy a insistir porque la perseverancia convierte en fuerte al débil.

Aún tengo fuerzas como el atleta que llega a la meta, feliz de haber superado los instantes de desaliento.

Con una firme confianza soy capaz de alejar las dudas y con una esperanza recia soy capaz de dominar el desánimo.

Me abro camino como el agua que avanza incontenible hacia el océano.

Vuelvo con la tenacidad de las gaviotas cuando el viento es contrario.

Sé que puedo recobrar el entusiasmo si recuerdo triunfos vividos y crisis que antes he superado.

Sé que nada me puede detener si cuento con aquellos que me quieren, con el poder de la fe y la energía del amor.

No hay tempestad sin calma y no hay noche sin amanecer.

No me desespero porque el abecedario del dolor también tiene su letra zeta.

Con mucha fortaleza voy a salir adelante ya que ninguna crisis doblega a las almas fuertes.

miércoles, 27 de junio de 2012

Como aumentar la confianza en ti mismo


Mucha gente empieza a creer en sus dudas y a dudar de sus creencias.


John Mason



A la confianza se le puede aplicar fácilmente el acertijo de la gallina y el huevo ¿Cuál vino primero?; igualmente la gente puede preguntar ¿Necesito actuar exitosamente para tener confianza o necesito confianza para actuar exitosamente?.


Me gusta ver la confianza como un estado en el que las personas actúan de forma natural con certeza y seguridad sin muestra o rastro de dudas sobre lo que están haciendo.


Este estado de confianza es inducido por nuestras creencias de lo que somos capaces o no de hacer; pero también podemos en un arranque de decisión y determinación actuar como si fuéramos auténticos expertos en algo, aunque sea la primera que realicemos algo similar.


¿Que cosas frenan la confianza? sencillamente nuestras dudas, nuestros miedos, nuestra indecisión y nuestras inseguridades.



¿Como incrementar la confianza?


Creo que varias formas crear confianza y aumentarla, algunas más eficientes que otras, también existen algunas estrategias mentales que sirven, quizá no para aumentar la confianza sino para disminuir nuestros temores o la presión social.

 

1.- Adquiriendo capacidad o habilidad

Conforme vamos ejercitándonos en algo nuestra mente va reestructurando nuestras creencias para disminuir nuestras dudas, nuestros miedo y nuestras inseguridades al ejecutarlo.


Simplemente la práctica hace al maestro, si haces algo mal al principio y poco a poco vas corrigiendo tus errores hasta que estás seguro de hacerlo, cuando haces algo bien muchas veces seguidas.


Si tienes que realizar una presentación pública y no sabes como tener la certeza de que podrás realizarla sin errores cuando estés ante un gran público puede ayudarte conocer: La Regla de las 10 veces seguidas.


2.- Actuando de forma decidida

Si se siente inseguro frente a determinado curso de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción con audacia. Cualquier error que usted cometa por ser audaz se corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al timorato.


Robert Greene




Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.


Hebreos 11.1



Anthony Robbins indica que cuando queremos hacer algo que es importante para nosotros, debemos sobreestimar nuestras capacidades ¿Por qué? porque nuestro éxito puede depender de ello, si bien en la Biblia se dice que fe es la certeza de lo que se espera esto es dicho dentro del marco de las doctrinas de fe y el área espiritual, más bien recomiendo que en la práctica cuando necesites confianza pongas tu mejor esfuerzo en ello y actúa en forma decidida como si fueras un experto altamente preparado en la realización de aquella tarea.




Quisiera que dejes de pensar en confianza como la certeza de estar siendo exitoso, preferiría que pienses en ella como; la acción de entregar, en todo lo que haces, la totalidad de tu esfuerzo.


Vin Dicarlo

martes, 26 de junio de 2012

El Fracaso es Experiencia

Estoy leyendo recientemente el libro “El Lado Positivo del Fracaso” de John Maxwell (Allí explica El Ciclo del Miedo que publiqué recientemente) y aunque ya había leído en varios libros que el fracaso es el precio que hay que pagar por el éxito y que menospreciar los fracasos es despreciar el valor de la experiencia no voy a negar que ha ampliado mi conocimiento sobre la importancia de los fracasos para tener éxito.




Todos los caminos al Éxito pasan por la tierra del fracaso



El fracaso no solamente nos provee experiencia valiosa sino que va formando nuestro carácter y aprendemos a “gestionar el fracaso”, Eckhart Tolle decía que el éxito se esconde en el fracaso y el fracaso se esconde en el éxito porque tanto el éxito como el fracaso pueden ser bien o mal gestionado.


 

lunes, 25 de junio de 2012

¿Realmente quieres tener éxito?

¿Realmente quieres tener éxito? Puede que creas que sí, yo estuve hace años auto-engañado creyendo que quería tener éxito, aquello fue cuando recién ingresé al mundo del desarrollo personal, me di cuenta que en realidad sí quería tener éxito pero mayor era mi deseo de encontrar una fórmula mágica para tener éxito.


Relate un poco de esta etapa de mi vida en los artículos:




Yo pasé por una etapa en que leía varios libros, me hicieron sentir muy bien, pero la realidad de mi vida estaba muy lejos del éxito, incluso me sentía deprimido debido a que veía como otras personas que jamás habían tocado un libro de Desarrollo Personal o Éxito estaban teniendo éxito.


 

Tener buenas ideas es un muy buen primero paso, pero sólo es un primer paso, luego de aquello hay que actuar y de allí vienen cosas como:





  • Salir de mi zona de confort (hacer cosas que nuevas que quizá no quiera hacer).


  • Tomar acción masiva.


  • Hacer algo diariamente que me acerque a mis objetivos.


  • Mantener la disciplina.


  • Buscar formas creativas de lograr pequeños objetivos necesarios para conseguir objetivos más grandes.


  • Etc.

martes, 12 de junio de 2012

Desarrollo personal para cambiar de hábitos

El hecho de tener costumbres podemos suponerlo una forma de ayuda, de alguna forma u otra nos dan seguridad, pero conllevan efectos negativos debido al efecto de esclavitud que podemos experimentar. Para evitar esto, la mejor forma es poder desarrollar la capacidad para conseguir nuevos hábitos y poder adopar una postura flexible ante los cambios ya que nuestro dia a dia tiende a ser cambiante.
Podemos comparar la forma en que funciona nuestro cerebro con la de un vinilo, la similitud la podemos hacer con un hábito que se repite en el tiempo el cual puede dejar un surco. Asi que, cuanto más profundo sea el surco, tendremos más dificultad para cambiar el hábito.
Aunque podemos decir que hay una forma con la cual cambiar nuestros hábitos de forma natural y sin que esto suponga un esfuerzo, el ejemplo lo podemos tomar de los niños. Ellos no se salen del surco, sino que comienzan uno nuevo. A modo de ejemplo podemos ver como un niño no necesita acabar con la costumbre de andar a gatas, la abandona de forma natural en cuanto descubre que es mas fácil desplazarse caminando.
Lo mejor forma para poder cambiar de hábitos no es resistirnos al viejo hábito de forma brusca, esto puede conllevar efectos negativos y llevarnos de nuevo al punto inicial. Podemos empezar con hábitos pequeños e ir integrandolos en nuestra vida poco a poco.

lunes, 11 de junio de 2012

Un buen lider es un buen maestro

George Bernard Shaw no pudo estar más equivocado cuando acuñó la famosa máxima: “Aquel que puede, hace. Aquel que no puede, enseña”. En una economía de rápido movimiento que se maneja por las ideas, una parte esencial de ser un líder es ser un buen maestro.

¿De qué otra manera puede alguien persuadir a todos los miembros de una organización – ya sean 50 o 50 mil empleados- para que se muevan en la misma dirección? ¿De qué forma se puede focalizar al equipo de trabajo y persuadirlos de una estrategia de reducción de tamaño de la empresa cuando la economía se estremece? ¿De que forma se puede asegurar que las personas de todos los niveles entienden las prioridades de cada momento? ¿Cómo se pueden desarrollar los lideres del mañana?

Simplemente: se les enseña. Eso no quiere decir que hay que darles un discurso en una reunión general de la compañía o impartir órdenes a los subordinados. Eso no es enseñar: eso es mandar. Decirle a la gente lo que deben hacer no garantiza que ellos van a aprender lo suficiente para pensar por ellos mismos en el futuro. En cambio, puede significar que ellos van a depender de usted o de sus supervisores cada vez más y dejarán de tomar riesgos, detendrán la innovación y pararán de aprender.

¿Qué hacen los grandes maestros que usted debería aprender para cumplir con su papel de líder? A continuación encontrará lo que nos dijeron aquellos que lo saben mejor que nadie: los profesores mismos. Maestros de toda clase. Algunos de ellos enseñan formalmente en salones de clase. Otros enseñan informalmente – en sus oficinas, durante la cena, en el camino – mientras dirigen compañías. Nuestros expertos han enseñado a veteranos ejecutivos, desarrolladores de software, representantes de ventas y estudiantes de MBA, así como a universitarios, músicos, cirujanos y a otros maestros también.

La buena enseñanza, como se verá, es universal. Así el tópico de hoy sea el lanzamiento de un nuevo producto o las ciencias sociales o cómo hacer un “bypass” triple, los mismos principios – y muchas de las mismas técnicas – se pueden aplicar.

¿Está usted listo para aprender? Siéntese en su pupitre y saque su cuaderno, que la clase va a empezar…

1. No se trata de usted, sino de ellos
Algunos maestros se ven a sí mismos como el experto señalado cuyo papel es impartir su conocimiento a los estudiantes que son como recipientes vacíos. Esa es la peor metáfora, dice William Rando, quien ha entrenado a profesores universitarios durante quince años. Los mejores instructores se ven a sí mismos como guías. Ellos comparten lo que saben, pero entienden que ellos no son el punto focal. Sus estudiantes sí lo son.
“Es difícil para algunos profesores entender que enseñar no es acerca de ellos mismos,” dice Rando, quien maneja la Oficina de Desarrollo y Preparación de Profesores de la Universidad de Yale. “Es algo que no se puede aceptar intuitivamente. Sin embargo, no quiere decir que el profesor no importe. Simplemente significa que en vez de preguntarse “¿Qué voy a hacer hoy?” el profesor debe pensar: “¿Qué van a hacer mis estudiantes hoy?”


2. Estudie a sus estudiantes
No basta con conocer su material. Usted necesita conocer a las personas a las que va a enseñar – sus talentos, su experiencia previa y sus necesidades. De otra manera, ¿cómo puede usted estar seguro de lo que ellos ya conocen y de lo que necesitan saber? “Yo le digo a mis profesores que piensen que alguien les llama y les dice, “Estoy tratando de ir a Yale”, dice Rando. “La primera pregunta que usted debe hacer es “¿En dónde está usted?” Usted debe saber el punto de partida de una persona antes de poder ayudarla a encontrar su destino. Puede sonar obvio, pero como profesores, a veces empezamos el viaje y nos olvidamos de preguntar a los estudiantes, “¿En dónde están ustedes? ¿Cuál es su punto de partida?”
Yoheved Kaplinsky, miembro del departamento de piano en la Escuela Juilliard, pone mucho énfasis en conocer la forma cómo los estudiantes se consideran a sí mismos. “Quiero ver cómo mis estudiantes evalúan su propia forma de tocar,” dice ella. “Eso me da una idea de qué tan realistas o qué tanto se ilusionan a sí mismos. De esta manera puedo escuchar entre líneas y tener un esbozo de su personalidad”.


3. Los estudiantes asumen riesgos cuando los maestros crean un ambiente seguro
Aprender exige ser vulnerable, dice Michele Forman, quien enseña sociales en el Middlebury Union High School en Vermont. Los estudiantes tienen que reconocer que ellos no saben, tomar riesgos y repensar lo que creían que sabían. Eso puede ser incómodo – incluso aterrador – para algunos. Algunos detalles cálidos no sobran, dice Forman, quien fue elegida la Maestra del Año 2001. Como tener un sillón y cojines en el suelo en una esquina del salón de clase. O decorar las paredes con los trabajos de los alumnos porque “es el espacio de ellos”. El resultado es un ambiente de aprendizaje que se presenta seguro emocional, intelectual y psicológicamente.
“Si ellos no se sienten bien, les preparo una taza de té de menta. Si tienen hambre, les doy de comer,” dice Forman. “Puede parecer algo muy simple pero les envía un mensaje muy importante”. Los estudiantes tienen que saber que pueden confiar en su instructor. De allí resulta otra de las reglas de Forman: Eliminar el sarcasmo en el aula de clase. “No hay que crear el temor de que usted los va a hacer quedar mal ante los demás”, dice ella.


4. Los grandes maestros emanan pasión y determinación
La diferencia entre un buen profesor y un gran profesor no es su experiencia o su conocimiento. Tiene que ver con su pasión. Pasión por el tema, pasión por enseñar. El deseo es contagioso, dice H. Muir, director de capacitación en mercadeo global de SC Jonson en Racine, Wisconsin. Si el profesor lo tiene, lo más seguro es que los alumnos también lo atrapen.
“Mis dos padres eran ambos maestros,” dice Muir. “Mi madre enseñaba a estudiantes con deficiencias de comportamiento y mi padre enseñaba historia y civismo. Lo más importante que aprendí de ellos es que hay que tener pasión por lo que se hace y esta debe ser genuina. Es algo que no se puede simular. Los estudiantes descubren inmediatamente cuando usted pone un interés sincero y cuando no”.


5. Los estudiantes aprenden cuando sus maestros les muestran cuánto necesitan aprender
Enseñar a adultos le ha dado a Tom McCarty, director de los servicios de consultoría de la Universidad de Motorola, una confirmación del viejo adagio que dice: “Cuando un estudiante está listo, el profesor se le aparece”. Algunas de las personas que se presentan para los talleres de mejoramiento continuo no están listas, porque ellos no piensan que necesitan mejorar. No ven la brecha que existe entre lo que ellos son y lo que necesitan ser. Hacerles ver esa brecha es una de las primeras tareas de McCarty.
“¿Su equipo se encuentra alineado alrededor de las expectativas del cliente?”, les pregunta. “Claro que sí,” contesta alguno de los líderes de algún equipo. McCarty le pide entonces a cada uno de los miembros del equipo que escriba las cuatro prioridades más importantes del cliente y las coloca en un tablero de manera que todos las puedan ver. “Si hay quince miembros en el equipo, se obtienen sesenta prioridades diferentes,” dice. “Una vez que ellos lo ven por sí mismos, van a acudir a mí diciendo, ¿Puedes ayudarnos en esto?”


6. Hay que volverlo claro así no se pueda volver simple
Uno de los principales atributos de un gran maestro es su habilidad para desmenuzar ideas complejas y hacerlas entendibles. Lo mismo se puede decir de los líderes empresariales hoy en día, dice Gary Grates, director ejecutivo de comunicaciones internas de General Motors. De hecho, él afirma que la esencia de enseñar – y de aprender – está en la comunicación. “El principal reto que los líderes deben enfrentar es lograr que la gente les entienda,” dice Grates. “Así esté usted hablando de Wall Street, de los socios, de los clientes o de los empleados, sus interlocutores deben comprender la historia de la organización – hacia donde se dirige, por qué se están haciendo estos cambios, cómo trabaja usted y cómo piensa usted. De lo contrario, usted perderá valor, ventas, nuevas oportunidades o a sus empleados. Por eso es que enseñar es tan importante”.


7. No tema ser vulnerable, pero no sacrifique su credibilidad
Para algunos, ser un profesor – o un líder – significa presentarse como la persona que tiene todas las respuestas. Cualquier signo de vulnerabilidad o de ignorancia puede significar debilidad. Ese tipo de personas son pésimos profesores, dice Parker Palmer, veterano instructor y autor de “El coraje de enseñar: explorando el mundo interior del maestro”
A veces la mejor respuesta que un profesor puede dar es, “No lo sé”. En vez de perder credibilidad, se gana la confianza de los alumnos y esa confianza es la base de una relación productiva. “Todos sabemos que la perfección es una máscara”, dice Palmer. “Por eso desconfiamos de las personas que se ocultan detrás de la máscara del sabelotodo. No son honestos con nosotros. Las personas con las que desarrollamos las más profundas conexiones son aquellas que reconocen sus limitaciones frente a nosotros”.
Reconocer lo que usted no sabe muestra que todavía está aprendiendo, que el profesor es, en realidad, todavía un estudiante. Para el líder de una organización, este es un acto de equilibrio muy delicado, dice Mike Leven, ex­presidente  de Holiday Inn Worldwide y ahora director general de U.S. Franchise Systems Inc. “Mientras que es razonable que alguien no sepa muchas cosas, también la gente espera que la persona de quien dependen sepa al menos algunas respuestas. Usted no puede permitir que la gente se pregunte, “¿Por qué está éste dirigiendo la compañía?”.

viernes, 8 de junio de 2012

¿Pensamiento Ascendente o Descendente? O Cómo Cambiar tu Punto de Acción y Atracción en un Instante

Cada nuevo pensamiento hace una de dos cosas:

Suma o resta.

Amplifica o reduce.

Fortalece o debilita.

Cada frase que te dices, cada pregunta que te haces, o es fuente o es desagüe de energía.

Para lograr lo que quieres, para mejorar tu vida, para superar tus retos, para alcanzar tus metas… de la mejor manera, de la forma más fácil y fluida, necesitas:

1) Aumentar lo que te fortalece y te acerca a lo quieres.

2) Reducir lo que te debilita y te aleja de lo que quieres.

Fíjate que dije “de la mejor manera, de la forma más fácil y fluída”. Puedes lograr cosas con estrés, ansiedad, sufrimiento y resistencia. Pero si quieres no sólo el resultado que buscas sino también la experiencia que prefieres, hace falta lo que te digo.

Recuerdo la película Firefox, con Clint Eastwood (por allá en 1982). La trama se centra en el robo de un avión militar súper sofisticado. Tanto, que el piloto llegaba a controlarlo con su mente.

Conectado a la computadora de vuelo a través de electrodos en el casco, el piloto lograba hacer que el avión respondiera con tan sólo pensar.

Había un detalle: el avión tenía tecnología rusa y sólo “entendía” pensamientos en ruso. Si mal no recuerdo, a Clint Eastwood casi le cuesta la vida este “pequeño detalle” (en un momento trataba de hacer que el pájaro metálico le respondiera a punta de inglés), pero ese es otro cuento.

Voy a la analogía que quiero hacer con la película: imagina que tú eres tanto el avión como el piloto.

El avión es tu cuerpo; es tu capacidad de acción, de moverte de un punto a otro, de llegar a tu meta.

El piloto es tu consciencia y tu mentalidad.

Si bien en Firefox los pensamientos de Eastwood podían hacer que el avión disparara cohetes e hiciera piruetas, simplifiquemos el asunto: en tu caso, tu avión responde de una de dos formas…

Dependiendo de lo que pienses, tu “avión” sube o baja. Asciende o desciende. Vuela por encima de las montañas… o se estrella contra ellas.

Tu misión no sólo es mantener el avión en vuelo, sino lograr que vuele lo suficientemente alto como para alcanzar en el menor tiempo posible, con la menor resistencia, y de la mejor manera, tu destino deseado.

Para eso, necesitas ser capaz de:

1) Pensar pensamientos positivos, constructivos y “elevados” de manera continua, tanto como te sea posible.

2) Desarrollar la capacidad para cambiar tus pensamientos cuando detectes que estás perdiendo altitud.

De esas dos, quizá la más importante es la segunda. En la medida en que fortaleces tu capacidad para darte cuenta y cambiar…

lo que no te funciona por lo que te funciona,

lo que no te ayuda por lo que sí,

lo que te frena por lo que te impulsa,

lo que te apaga por lo que te enciende,

lo que hace descender tu energía por lo que la eleva…

automáticamente fortaleces tu capacidad para estar más conectado, de manera más contínua, con los pensamientos que te potencian.

¿Cómo entonces detectar cuándo estás pensando algo que no te ayuda?

jueves, 7 de junio de 2012

Una relación peligrosa: dinero y felicidad

Hay un dicho muy popular que dice que ?el dinero no da la felicidad?. Efectivamente el ansia por él nos hace infelices. Si sabemos buscar el equilibrio entre ellos aumentaremos nuestra satisfacción vital y nuestro desarrollo personal.

Tenemos más comodidades que nuestros abuelos y, de alguna manera, tenemos una vida más fácil, en el hogar, el trabajo… Imaginemos que no tenemos todas las cosas de las que no parece que podamos prescindir, seria muy difícil ¿verdad? Sería muy duro prescindir de la lavadora, el lavavajillas, el ordenador, la aspiradora, la batidora… Cosas que no nos damos cuenta y que si tuviésemos que prescindir ahora de ellas nuestra vida sería muy dura. Entonces, si tenemos tantas cosas, ¿ por qué no somos felices? Pues porque la felicidad es una emoción, y las emociones son señales diseñadas por la naturaleza. La felicidad está ahí para atraernos. Las necesidades más básicas nos dan felicidad, por ejemplo comer, que encontramos la felicidad en la comida. La naturaleza quiere que nos multipliquemos, por eso disfrutamos del sexo. Ninguna persona puede vivir sola, en soledad, por eso nos agrada tanto cuando estamos en compañía de alguien, amigos o familiares.

Si sobrepasamos  nuestras necesidades básicas, asoma la felicidad que nos pide más para mejorar nuestra situación. Ese es el problema que cuando nos acostumbramos a lo nuevo, ya nada nos sorprende y todo lo vemos con normalidad. Los seres humanos tenemos una capacidad de adaptación tremenda.

Hay países en que la satisfacción con la vida aumenta si se puede vivir en una casa digna, se puede escolarizar a los hijos y se puede acceder a la sanidad. Una gran razón para compartir nuestra riqueza con aquellos que de verdad la necesitan. El dinero, que no nos hace más felices puede significar
mucho para ellos.

Hay otra consecuencia más delicada: la felicidad no se compra con dinero, pero a veces podemos sentirnos más contentos. ¿ Por qué? ¿ Cuál es la diferencia entre felicidad y satisfacción? La felicidad es una emoción que aparece cuando menos lo esperamos, frente a algunos estímulos. La satisfacción es otra cosa, un poco más complejo. Es una opinión que producimos recordando nuestros sentimientos. Podemos sentirnos felices, pero no satisfechos con nuestra vida, pensamos que las cosas podrían ir mejor de lo que van… El cerebro humano está programado para recordar antes lo negativo que lo positivo. Es un cuestión de supervivencia. Frente a recuerdos agradables y desagradables igual de
intensos, los buenos se recuerdan mejor.

La satisfacción no se basa en tener ? en este caso dinero ? si no en tener más que los demás. Por este motivo en los países desarrollados la gente no se siente más feliz cuando crece la economía nacional. Luego, ¿ merece la pena pasarse la vida tras el dinero sólo para que nuestro cerebro nos engañe sobre lo felices que somos?

Concluyendo: El ansia por el dinero es dañino, a consecuencia de ello olvidamos el verdadero sentido de la vida.

 

Enrique Jiménez

Crecimiento Personal

miércoles, 6 de junio de 2012

Tus acciones

Que algo sea posible o imposible para ti depende más de lo que tú hagas al respecto, que de cualquier otro factor. Tus acciones enfocadas, persistentes, son las que dan vida a las oportunidades que tienes a tu alcance.


Claro que hay obstáculos en tu camino. Y tú puedes decidir utilizarlos como excusas para no hacer nada.


O puedes decidir ponerte de pie, sentirte motivado y encaminarte en dirección a los resultados que persigues. Una vez que has comenzado a hacerlo los obstáculos pierden la capacidad de detenerte, para convertirse en cambio en pasos que te lleven a lo largo del camino hacia el logro.


Las acciones necesarias para triunfar a menudo pueden resultar difíciles, complicadas, inconvenientes, desconcertantes, incómodas, aburridas o degradantes.
Date cuenta de que todas esas características no deseadas son, en la mayoría de los casos, meras invenciones de tu mente, y tu decisión de poner manos a la obra siempre las controlará.


Si sabes qué es lo que debes hacer, entonces ve y haz que suceda. Deja de concentrarte en las excusas y empieza a moverte en dirección a logros que sean concretos, reales y valiosos.


Tus acciones tienen la capacidad de cambiar tu vida y de cambiar tu mundo. Aprovéchalas al máximo, y concreta tus más maravillosos sueños.


                                                                   Gabriel Sandler

martes, 5 de junio de 2012

Pollo Perseguido vs Pollo Zen

Correr de arriba abajo histéricamente, como un pollo perseguido por el corral sabiendo que el horno le espera, es lo fácil. Lo difícil es pararse. Congelarse. No hacer nada y tener un momento zen.

Pero esos momentos zen son fundamentales en nuestra vida. Reflexionar. Pensar. No en las facturas, en cómo voy a llevar la reunión de mañana o en qué personas invitaré a la cena del sábado. No. Pensar. En ti mismo. En cómo va tu vida. ¿Eres feliz?

Ir sumando kilómetros y carpetas y conversaciones telefónicas y acuerdos y contratos y tareas realizadas junto a ese pollo histérico te hace sentir que estás haciendo las cosas, que estás haciendo lo que debes, que lo llevas todo al día, super-bien. Has puesto un montón de señales en tu agenda que significan: “HECHO”. Wow. Eres un crack.

Pero son los momentos del pollo zen los que te dirán si estás yendo en la dirección adecuada. Si estás corriendo como ese pollo para salvarte de algo o si estás corriendo hacia un objetivo bien trazado. Si mantienes el rumbo o lo has perdido. Esos momentos zen te permiten mirar a tu mapa y ver si te has salido un poco de la carretera o te ha pasado algo que te hace ir en dirección contraria. Y puede que te atrevas a cambiar tu curso si es así.

El pollo atemorizado aprendió que su lugar estaba en el corral, como la mayoría de los pollos “con suerte”, porque al menos no está en una granja de pollos. Buah, esos sí que lo pasan mal. Yo tengo una suerte… El pollo atemorizado corre más deprisa, más histérico, en círculos cada vez más reducidos. El pollo zen viaja tranquilamente, sin apenas equipaje, únicamente una brújula y el mapa con un punto señalado.

¿Qué pollo eres tú? Esther Roche

lunes, 4 de junio de 2012

Te Amo, Por favor perdóname

Te amo, Por favor perdóname, son dos de las afirmaciones más poderosas que pueden servirnos para cambiar nuestras vidas, según Joe Vitale, estuve leyendo recientemente su libro “La Llave” el cual cuenta con una gran cantidad de técnicas y ejercicios transformacionales, lo cierto es que en el libro menciona otra de sus obras llamada: “Cero Límites”.


Si bien no he leído Cero Límites, en su obra menciona el método Hawaiano Hoponopono, y un psiquiatra que trataba a sus pacientes sin verlos, simplemente diciendo constantemente las palabras; “Yo te Amo” y “Por favor perdóname”.


Si bien esto puede sonar muy metafísico como la curación a distancia, no voy a negar que es una muy buena técnica para entrar en un estado mental positivo y disponerse a tomar acciones diferentes.


 

Esta técnica es muy sencilla así que la diseccionare en unos cuantos pasos, aclaro que lo que importa es la emoción y el estado mental en el que ingresamos, al menos a mi parecer.




1.- Pensemos en algo que hemos descuidado o algo que queremos mejorar como por ejemplo nuestra condición física.


2.- Digámosle a nuestra condición física: “Yo te amo”, podemos hacerlo diciéndoselo a nuestro cuerpo o a alguna parte de nuestro cuerpo que este afectada por algún mal.


3.- Esforcémonos por sentir amor, siente que te llenas de amor por tu cuerpo, tu salud o la condición de alguna parte de tu cuerpo.


4.- Ahora actúa de forma congruente con tu afirmación y tus sentimientos de amor hacia tu cuerpo.



En el paso 4 me refiero al hecho de que si amas tu cuerpo o tu salud, entonces cuidaras lo que comes, harás ejercicio, tendrás cuidado de tu aspecto personal, etc.