martes, 30 de octubre de 2012

Bendita ambición

Gracias a la ambición de algunos, se descubrieron continentes y se unieron naciones

Gracias a la ambición de otros, se han logrado crear grandes empresas que al final dan trabajo a miles de personas.

Gracias a la ambición, se han creado todas las obras de pintura, escultura y arquitectura que hoy admiramos y  que hasta viajamos miles de kilómetros para conocerlas.

Gracias a la ambición, hemos tenido a todos los grandes genios de la historia que han desarrollado inventos, medicinas y tecnología que hoy nos permite vivir mucho mejor y extender nuestra expectativa de vida hasta en un 200% de lo que era hace poco más d e 100 años.

.La Real Academia de la Lengua Española define la palabra ambición como: “Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama”; por lo tanto, la ambición por sí misma no es buena ni mala; simplemente nos lleva a lograr grandes cosas, porque nos hace “apasionarnos” por lograr una meta y depende de nosotros el enfocarlas hacia lo que es positivo o negativo.

La pasión es precisamente uno de los elementos que nos lleva a lograr la abundancia en la vida

Cuando somos ambiciosos por lograr algo, invertimos toda nuestra energía, nuestro tiempo y demás recursos en el logro de dicho objetivo.

Sin embrago aquí el riesgo que uno corre es descuidar lo bueno que tiene en su vida. De tal manera que si esa ambición te hace que te alejes de tus amigos, de tu  familia, de tus valores, de tu salud y de todo lo bueno que hoy tienes en la vida, entonces esa ambición está mal enfocada y debes volver a plantear tu estrategia.

Entonces he ahí uno de los secretos para lograr la abundancia en la vida. Nos han enseñado que ser ambicioso es malo y definitivamente que eso no es verdad.  Es por ello que mucha gente se abstiene de ambicionar cosas, porque cree que eso es malo.

Los resultados de nuestra ambición serán positivos o negativos de acuerdo con nuestros valores y con nuestra intención y sobre todo podrás medir estos resultados de acuerdo a la felicidad que te traigan. Si conquistas el mundo entero pero no eres feliz, entonces no habrá valido la pena. Y si eres feliz con esa conquista pero no tienes con quién compartir tu felicidad, entonces tampoco habrá valido nada.

Una moraleja en el mundo de los negocios donde podemos aplicar esto, es la siguiente: Cuando le ofrezcas un trato a alguien, NUNCA te apartes de lo que es justo. Si tu ambición hace que trates injustamente a la otra persona solamente por ganar mucho dinero, entonces lamentablemente perderás el trato o harás que en el futuro estas personas no deseen trabajar contigo.

Entonces manos a la obra y a canalizar esa pasión en cosas que brindan fruto no solo a tí sino a todos.

Virgilio Gómez   www.virgiliogomez.com

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