Hay una diferencia entre cuando algo empieza y cuando algo empieza a funcionar.
Estoy seguro que conoces la situación. Estás a punto de arrancar un nuevo proyecto, un nuevo emprendimiento o ponerte con algo difícil. Das mil vueltas pero aún así no logras entender como deberías empezar.
Muchas veces esto pasa porque no sabemos como el resultado final debe ser. Esto es un caso muy común especialmente cuando tu trabajo implica un cierto grado de creatividad que tienes que aportar. (¿Y qué trabajos no implica ser creativo hoy en día?)
Cuando te encuentras en una situación así tienes una opcion:
Empezar!
Nada más, empieza con cualquier cosa, si eres diseñador, empieza con eligir un tipografía que te ayude arrancar. Si eres profesor y tienes papeles para corregir, empieza con el primer papel de la pila, si eres estudiante y tienes dos entregas esta semana, empieza con el que tienes que entregar primero…
A veces nos complicamos la vida.
Estoy consciente de que hablo mucho sobre la importancia de visualizar un resultado final pero a veces es más importante arrancar.
Un artículo publicado en Hábitos Vitales
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