lunes, 23 de julio de 2012

Intenciones Claras

Todos queremos lograr algo en la vida, y aunque no lo tengamos totalmente claro, sentimos un impulso a superarnos, a progresar, a tomar las riendas, a ir más allá. Pero en la medida que creemos que avanzamos, nos encontramos con situaciones que nos hacen reflexionar y replantearnos nuestras metas.

Esto sucede con frecuencia cuando nos movemos desde lo que creemos que queremos, y la vida nos estimula a esclarecer que es lo que realmente queremos, y que es lo que realmente nos conviene.

Pocas cosas tienen tanto poder en la vida como una intención y propósito claros. Al saber que es lo que realmente queremos, por qué y para que lo queremos, nos conectamos más fácilmente con nuestro poder personal, y con nuestra intuición para lograrlo de manera eficaz.

Pueden parecer pequeños detalles, y lo son, pero las consecuencias de obrar conociéndolos producirán cambios significativos en nuestras vidas, y como veremos a continuación, encontrar esas respuestas puede resultar sencillo si nos lo proponemos.

¿Qué?


Al plantearnos lo que queremos es importante conectarnos con nuestra voluntad, para así reconocer nuestros talentos, habilidades y destrezas. El conocimiento se puede adquirir por diversas vías, pero el talento no se puede comprar a ningún precio, por eso es importante considerar emplear nuestro talento en cualquier tarea que emprendamos.

Cuando reconocemos nuestro talento, podemos identificar claramente aquellas cosas que podemos hacer mejor que otros, lo cual además de brindarnos satisfacción, nos esclarece el camino a seguir para lograr lo que nos proponemos.

Veamos un ejemplo. Una persona a quien le guste cocinar puede buscar trabajo en un restaurante, pero si no tiene claro lo que realmente quiere, puede terminar trabajando de mesonero o encargado de limpieza, trabajos estos muy dignos, pero que en nada favorecen el desarrollo del talento de una persona que tenga un don especial para darle sazón a los alimentos.

Si en vez de buscar simplemente trabajo en un restaurante, se propone encontrar el lugar ideal para enriquecer su talento de sazonar la comida, muy probablemente dirigirá sus acciones de una manera más coherente con su meta, y obtendrá lo que realmente necesita.

Ese es el poder de trascender lo aparente para conectarnos con lo real. Pasar de lo que creemos que queremos a lo que realmente queremos, inevitablemente nos conecta con lo que realmente nos conviene, pues al hacer la transición nos conectamos con lo que realmente somos y entonces manifestarlo es algo sencillo.

Conectarnos con nuestro ser interno nos aclara los hechos y nos facilita motivarnos, y una vez esclarecemos que es lo que realmente queremos, el siguiente paso es descubrir por qué realmente queremos hacerlo.

¿Por qué?


Cuando nos proponemos hacer algo, y completamos el paso anterior, seguramente lo que haremos será significativo de alguna manera, el detalle está en encontrar el significado que tiene para nosotros.

Volvamos al ejemplo anterior para comprender mejor esto. Supongamos que la persona que le gusta cocinar quisiera un trabajo simplemente porque quiere emplearse, podría frustrarse aun obteniendo el trabajo que quería, pues al carecer de significado fácilmente podría tornarse aburrido por la rutina.

Si por el contrario deseara un trabajo como cocinero porque quiere practicar, aprender sobre y mejorar su talento, además del trabajo que quería, también obtendría satisfacción.

En el primer caso el significado es simplemente ocuparse, en el siguiente el significado es mejorar el talento con el que ya cuenta para superarse, lo que lo conecta con su ser interno y le brinda satisfacción.

Una vez logramos clarificar lo que queremos y porque lo queremos, el siguiente paso es esclarecer para que lo queremos, veamos.

¿Para qué?


Al emplear nuestros talentos conscientemente obramos a un nivel de manifestación que favorece el desencadenamiento de una serie de eventos con incidencia en todo y todos quienes nos rodean, incluyéndonos.

Supongamos que la persona del ejemplo quisiera un trabajo simplemente para ganar dinero extra, y considera que le resultaría fácil encontrar trabajo en un restaurante. Si como resultado obtiene un trabajo que no esté relacionado con cocinar, podría frustrarse aun obteniendo el dinero extra que quería.

Si por el contrario deseara un trabajo como cocinero para compartir sus secretos con sus compañeros, y ofrecerles a los comensales unos platillos de excelente sabor, además de ganar el dinero extra que necesita, también obtendría satisfacción.

Al emplear su talento no solo se beneficiaría a si mismo, también influiría en quienes le rodean contribuyendo a crear un mayor nivel de bienestar. Lo cual tendría un valor más amplio que simplemente cubrir las propias necesidades.

Ese es el poder de encontrarle valor a lo que hacemos, aun sin quererlo influenciamos positivamente nuestro medio ambiente.

En ambos casos obtuvo el dinero que necesitaba, pero cuando se concentró en sus talentos, que residen en su ser interno, además obtuvo satisfacción, lo que contribuye a un mayor bienestar y una mejor calidad de vida.

¿Cómo?


La pregunta que surge naturalmente a continuación es ¿Cómo lograrlo?, y este es el orden ideal que debería seguir una planificación de cualquier meta en nuestra vida. Aunque generalmente se intenta pasar directamente desde el "creo que quiero esto" al "como lograrlo", pero ya sabemos como puede terminar esa secuencia.

En el ejemplo anterior muy probablemente un individuo de esas características que siga los pasos planteados, se sentirá motivado a encontrar (o establecer) el mejor restaurante donde pueda expresar al máximo sus talentos para ofrecer los más exquisitos platos que comensal alguno conociera antes, por muy sofisticado que este sea.

Una vez establecemos claramente nuestra intención, determinando que realmente queremos, por qué y para que lo queremos, saber como lograrlo será muy sencillo, pues al estar conectados con nuestro ser interno nuestra intuición nos guiará para facilitarnos ser todo lo que podemos ser.

¡Que disfrute aclarando sus intenciones!

Un artículo publicado en Helios 3000

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