miércoles, 23 de mayo de 2018

Hoy es un día perfecto para emprender

Emprender no es nuevo. El ser humano lleva miles de años emprendiendo para evolucionar. Lo lleva haciendo época tras época, siglo tras siglo, año tras año y día tras día para hacer crecer la humanidad y llevarla a un nuevo nivel superior.
Desde los primeros homínidos hasta nuestra actualidad, nuestros semejantes — y, por supuesto, nosotros — hemos tomado decisiones innovadoras, arriesgadas y, a veces, erróneas, que nos han hecho llegar al punto en el que nos encontramos. Y me atrevería a decir más: los animales, al igual que nuestra especie, ha tenido que emprender para adaptarse a los cambios constantes del medio en el que viven y vivimos.

La palabra emprender se ha prostituido mucho durante estos últimos años debido a la “burbuja” startup en la que vivimos. La sociedad actual empuja a “emprender”. Escuelas de negocios transformadas en escuelas de emprendimiento, medios de comunicación centrados en los logros de “emprendedores de startups”, premios, Ventura Capitals intentando encontrar “El nuevo Facebook”, CEO, etc.
Todo esto ha llevado a crear una nueva profesión de “emprendedor-CEO”, que no es otra que la de empresario del dinero ajeno (un gerente, de toda la vida). Y obviamente pienso que esto no es malo, aunque no hablaré de ello en este artículo. Al final, todo esto se ha convertido en un negocio del que se han visto beneficiados, sobre todo, venture capitalsbusiness angels y escuelas de negocio. Aunque, ¿es posible aprender a emprender?
Y es que si lo pensamos bien, emprender se ha convertido en sólo una cosa. Pero no es sólo crear startups; es mucho más. Emprender es avanzar, es crear, es innovar. Emprender es sacar adelante ideas y llevarlas a cabo. Es viajar, es mudarte a otra ciudad. Es hacer todo lo posible por encontrar tu camino de felicidad (y no tu “camino a la felicidad”). Emprender es HACER.
Entonces, ¿por qué no emprender si de verdad es lo que quieres hacer?
Charles Bukowski escribió un poema que debería leer todo el mundo que quiera emprender y que me gustaría compartir. A continuación, “Así que quieres ser escritor”, de Charles Bukowski:
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro,
olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti,
haz otra cosa.
Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas,
no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
Y es que, si de verdad quieres hacer algo, deberías hacerlo. Esto es emprender. Es sonar. Pero, sobre todo, es hacer. Lánzate.
¿No crees que hoy es un día perfecto para emprender?

No hay comentarios:

Publicar un comentario