Esta historia con moraleja comenzó en un lejano lugar, precisamente allí donde se levantaba un monasterio de sacerdotes budistas. Al lugar llegó un día un inquieto joven que quería aprender de los maestros. Su deseo era hacerse sabio y conocer los mecanismos por los que se regían las vidas que llevaban. Los sacerdotes y maestros lo recibieron complacidos.
>>>Leer el artículo completo>>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario