martes, 27 de marzo de 2012

Ampliar la fuerza de voluntad

¿Es usted de esos que se rinden fácilmente antes de dar la pelea? ¿Le sobran las buenas intenciones pero le hace falta firmeza para continuar?

¿Es muy fácil para usted tomar decisiones, pero… qué “difícil” es llevarlas a cabo?Empiece a entrenar su Fuerza de Voluntad.

Sume. ¿Cuántas veces no ha logrado cumplir con esa decisión de adelgazar? ¿Se ha escuchado decir incontables veces “Definitivamente, este es el último cigarrillo que fumo” ? Cuándo fue la última vez que dijo “Este año sí voy a continuar mis estudios” o “Ahora sí es cierto que voy a llegar temprano a mi trabajo”?

¿Por qué es que algunas personas desean conseguir o lograr algo, pero no lo consiguen? Es muy sencillo, porque renuncian muy pronto a sus decisiones. Esto no les hace menos humanos o menos “inteligentes”, pero sí cuestiona su fuerza de voluntad.

Algunos expertos le llaman “bríos”, otros “disposición”. A esa férrea decisión para hacer las cosas, a esa una extraña “facultad” que nos impulsa a cumplir con lo que hemos decidido y alcanzar nuestras metas es lo que llamamos “Fuerza de Voluntad”, y es uno de los aspectos más relevantes del carácter de la persona.

En la aplicación de la Psicología Administrativa, el carácter es una parte esencial del adecuado desarrollo del ser humano y, por supuesto, el buen desarrollo de la empresa.

Para poder “entrenar” eficientemente la Fuerza de Voluntad
se debe tener en cuenta tres elementos:


1. El Desear
2. El Esperar
3. El Creer


La fórmula “DEC”, como yo le llamo, es primordial para alcanzar unaFuerza de Voluntad que “desvanecerá” montañas ante usted.


Desear la meta:


Primero, usted debe desear una meta. Ya sabe lo que quiere, qué bien. Muchas personas quieren comer mejor, otros quieren mayores ingresos, algunos más quieren tener una maestría y algunos otros comprar un vehículo nuevo.

Estas personas que saben lo que “quieren”, pero que llegan hasta ahí, lo único seguro que tienen es que siempre van a saber lo que no tienen. Pero el desear va mucho más allá. Es desear con energía, desear con fuego, con el corazón y la mente.

“Quisiera tener un mejor puesto de trabajo y un mejor ingreso salarial, pero por lo pronto voy a descansar un poco antes de ponerme a trabajar”. ¿Ha oído esto antes? Eso no es desear, eso sólo es saber de lo que carece.

Desear es actuar con decisión, con trabajo, con esfuerzo.
“Deseo tener un mejor puesto de trabajo y un mejor ingreso salarial; por eso tengo que ponerme a estudiar, a leer más libros, a trabajar con mejor calidad”. Eso es el verdadero “desear”.

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