¿Cual es la clave del éxito?

Creo sinceramente que la pregunta con la que he titulado este post está mal planteada, más que buscar un secreto del éxito, lo que tenemos que buscar es la “clave o claves” para nuestro éxito.

Existen mucho principios para el éxito, lo importante es identificar aquellos que estamos aplicando y aquellos que no.

Para algunos funciona el concentrarse en el proceso en lugar de en la meta final, para otros funciona mejor el concentrarse en la meta final para involucrarse en el proceso.

Para algunos es mejor colocarse primero en un estado mental correcto para dejarse llevar por una determinada actividad, para otros lo mejor es comenzar a hacer la actividad para adquirir el estado mental que les permitirá dejarse llevar.

¿Qué te falta para ser excelente? ¿Cuál es el dígito o los dígitos que te faltan marcar para abrir las puertas de tu potencial?

A alguien que posea talento, habilidad y preparación para realizar un emprendimiento quizá le falta confianza.

Otra persona puede tener el talento, la habilidad la preparación y la confianza pero le falta la decisión y del compromiso.

Otro puede tener el talento, la habilidad, la preparación, la confianza, la decisión y el compromiso pero puede que le falte la disciplina necesaria para triunfar.

Otro puede tener todo lo anteriormente mencionado pero comete el error de querer hacerlo todo solo, a este último le falta ayuda de otras personas.

Lo que le falta a uno puede no faltarle a otro, de hecho lo que me funciona a mi puede perjudicar a otros, uno de los errores de muchos gurus del Desarrollo Personal es pensar que su experiencia personal es ley, lo cierto es que el éxito depende del uso de un conjunto de recursos que se apoyan eficiente y eficazmente entre sí.

De ti depende descubrir cuales son los recursos necesarios para tu éxito.

Obviamente hay muchas cosas que son imprescindibles, tales como un poco de disciplina, ganas de aprender, buenas decisiones y constancia; pero lo importante es descubrir tu fórmula ganadora, la fórmula que funcione para ti y que puede no funcionar para nadie más.

Un artículo de Jaime Baspineiro Montaño