Ser carismático es uno de los temas que siempre me ha apasionado. Siempre he querido dar con la clave de qué es lo que hace a una persona carismática. Muchos dicen que es una cualidad innata de la personalidad, otros dicen que se consigue a base de mucho esfuerzo después de adquirir grandes habilidades de motivación y liderazgo.
Pero de lo que sí estamos seguros es que ser carismático tiene algo que los demás no pueden describir, su presencia siempre conmueve a las masas y es casi inolvidable.
Imaginemos por un momento una reunión de amigos en casa. Todos se ponen a hablar entre ellos, ponen un poco de música, un poco de alcohol, lo pasan genial, ríen entre ellos, se cuentan anécdotas graciosas… De pronto entra un chico normal, todos lo miran y luego él empieza a saludar a todos de manera normal.
Quizás algunas personas se han alegrado de verlo, los demás siguen metidos en sus monólogos. Esa persona no tiene carisma.
Ahora imaginemos la misma situación: Todos sentados en la reunión de amigos, divirtiéndose. Y entra él, el ser carismático, con una gran sonrisa, con los brazos abiertos, con una manera de vestir muy suya y grita a todo el mundo: ¡Hola!, como si se presentara en una obra de teatro. Imagina el impacto que causa y todos se alegran de verlo, incluso son ellos los que se acercan a él para saludarlo y abrazarlo.
Recuerdo una vez que estaba en una reunión de amigos practicando sociabilidad. Todos hablaban de un tipo que estuvo en los Estados Unidos y que había practicado mucho allá. Lo describían como alguien genial, alguien muy motivador.
Me hablaron tan bien de él que me entró curiosidad de conocerlo. Mientras todos estábamos hablando en nuestro propio círculo apareció un hombre de más o menos 30 años. Vestía con camisa negra, jeans negros, todo negro. Su semblante mostraba una gran confianza. Él sabía que todos lo estábamos esperando y tenía un atractivo físico muy bueno.
De pronto cuando todos nos dimos cuenta de que él estaba ahí, se vino corriendo hacia donde estábamos pero a un lado donde había una piedra grande. Se subió encima y gritó con toda euforia: ¡Quién quiere ser una SÚPER ESTRELLA!
Muchos pensarán que era un idiota, y eso que había un grupo de mujeres a nuestro lado, pero en realidad era la persona más carismática que había conocido en mi vida. No faltó uno de los nuestros quien saltó diciendo: ¡YO! Eso fue muy cómico. Luego el ser carismático bajó de su tarima y saludó de una manera original.
Casi sin darnos cuenta se volteó para dirigirse hacia donde estaban las chicas. Les dijo unas cuantas palabras y se volvió a hacia nosotros. Yo me quedé tan asombrado por su confianza. Eso era demasiado real para ser verdad, al menos para mí…
Mientras hablaba, el ser carismático empezó a decir lo que opinaba de hablar con gente desconocida. Nos mostraba sus propias opiniones, en su filosofía de vida se podía ver la llama que ardía en su interior. Lo curioso es que me estaba mirando todo el tiempo a mí, no sé por qué, quizás porque le parecí carismático.
Su presencia realmente nos inspiraba, nos motivaba a querer ser como él. Instantes después siguió demostrándonos cómo abordar a gente desconocida y después se fue porque tenía una cita.
Seguramente también tendría muchísimos más citas porque una persona carismática atrae muchísimo.
Ese fue uno de los mejores recuerdos que tengo del ser carismático. Qué curioso, ¿no? Esa persona tiene el privilegio de estar entre mis mejores recuerdos sólo por su magnética presencia. Juraría que todos los que estábamos allí querían conocerlo mucho más y, sobre todo, estar con él para aprender más acerca de su personalidad.
Si te has fijado bien el relato tiene muchos puntos importantes de lo que es ser carismático. Yo he aplicado muchas de esas cualidades a mi vida y de verdad que ya son varias las personas que me han definido como una persona carismática. Muchas veces, sin esforzarme en serlo, sólo disfrutándolo mientras lo soy.
Para ser carismático debes saber el tipo de personas con las que vas a estar. Puede que estés en una reunión de amigos que no ves hace tiempo y quieres volver a ver con mucha fuerza especialmente dando una entrada espectacular como el del tipo del que te hablé. Hazlo pero no siempre o sino te van a tachar como alguien que simplemente quiere llamar la atención.
Recuerda bien esto: Tienes que ser carismático, no idiota. He visto muchos casos de chicos que son unos auténticos idiotas y ellos creen que tienen carisma. Yo también creía eso, pero no es así. Tanto el carisma como la estupidez llaman la atención, pero el carisma atrae, la estupidez repele (sólo atrae a más estúpidos).
Si tu actitud repele, no caes bien a los demás (a la gran mayoría), si son muchos los que se alejan cuando te ven entonces no sabes ser carismático. En cambio, si con tu actitud, con tu personalidad, estás atrayendo a las demás personas especialmente a los del sexo opuesto entonces estás haciendo bien tu trabajo.
Debes tener en cuenta que no siempre vas a estar atrayendo a todas las personas. No es posible atraer a todos en general por más carismático que seas. El carisma es como tener un magnetismo positivo.
Hay personas que son negativas, no les gusta estar con gente positiva por eso si notas personas que no les gusta tu presencia entonces está bien. Simplemente ve a por el tipo de personas a las cuales les gusta tu presencia y mejora siempre el ser carismático al máximo.
Lo otro que debes mejorar para ser carismático es tu presencia. Y no me refiero a que vistas de ropa muy llamativa y lujosa, me refiero a que debes vestir con colores rojo, amarillo o plateado. No, nada de eso. Tú puedes vestir con ropa rayada o desteñida pero si tienes carisma los demás van a querer vestir como tú.
¿Cómo crees que se hizo famoso el jeans rasgado? Simplemente hubo alguien con mucho carisma que impuso su moda y los demás lo comenzaron a copiar.
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