Los miedos más intensos, generalmente tienen su origen en la infancia cuando se va construyendo la personalidad. Puede que en tu vida hayan influido varias cosas parareforzar ese miedo como por ejemplo, críticas frecuentes recibidas por tus padres o experiencias impactantes que te produjeron emociones muy fuertes y que retroalimentaron tu sentimiento de miedo.
¿Cuáles eran tus principales temores en la niñez? ¿Temor a la oscuridad?, ¿Al abandono?, ¿A los fantasmas? ¿En la actualidad cuáles son los principales miedos que tienes? Aunque este tipo de miedos mencionados son muy característicos de la infancia, donde se sueña despierto y se fantasea, si no se le prestan atención oportuna o no se manejan dentro de ciertos límites pueden mantenerse a través del tiempo.
Así, por ejemplo, una persona adulta que haya tenido estos miedos en la infancia, puede que ahora ya no le tenga miedo a los fantasmas, pero sí a los ladrones -fantasmas más reales-, quizás no miedo al abandono por parte de sus padres, pero sí, miedo a la ruptura en su relación de pareja. Es decir, que a pesar de que los temores pueden cambiar de ciertas características, su esencia puede mantenerse.
Pero si es tu caso, hoy puedes liberarte de cada uno de estos miedos, y sí, claro que sí es posible. Eso sólo depende de ti:
- Primero, toma consciencia del principal temor que deseas eliminar de tu vida. Tráelo a tu mente y trata de comprenderlo por un momento. ¿Temor a hablar en público?, ¿temor de conocer gente?, ¿temor al qué dirán de ti?, ¿temor a las alturas?, ¿temor a sufrir?, ¿temor a la pérdida de un ser querido?, ¿temor a que descubran tus defectos? Y luego, reflexiona sobre su origen, piensa como se fue perpetuando y todas las consecuencias que te ha traído, para que esto te genere mayor voluntad por superarlo.
- Segundo, comienza a dialogar contigo mismo de forma más frecuente sobre tus emociones. La clave está en aumentar tu autoestima viéndote a ti mismo como a tu mejor amigo a quien deseas ayudar y tranquilizar. Así que respira muy hondo varias veces cuando te encuentres en aquella situación que te propicia temor.
Menciona mentalmente mensajes como: “Soy capaz de enfrentar este miedo y de vencerlo”, “Me tranquilizaré… me estoy tranquilizando… estoy cada vez más tranquilo”. Debes tener suficiente confianza en que el cambio empezará a operar en tu vida cuando “estés convencido” realmente de que el miedo no te ayuda a tu bienestar, sino que te bloquea para actuar y llevar a cabo tus objetivos.
- De esta manera, el tercer paso es que sigas afianzando la confianza en tu propia habilidad para superar esta emoción negativa, para lo que es importante al igual que en el paso anterior, que quieras lo mejor para ti, haciendo todo lo humanamente posible por proveerte dicho bienestar y por el contrario, quitando las barreras que te obstaculizan a crecer y ser feliz. Así, tu autoestima aumentará.
Para esto, es conveniente que investigues casos similares al tuyo, escuches testimonios de gente que ha podido vencer sus temores, veas videos de superación personal y comiences gradualmente a enfrentarte a aquellas situaciones, es importante que no huyas de ellas, pues entonces no veras una mejoría. El miedo se vence plantándole cara.
Así te cueste trabajo al principio, por ejemplo, hablar en público, lánzate a hacer aquello que te pone tenso y observa el resultado, es la única manera cómo puedes aprender. Si te gusta el resultado, pues fabuloso y si no, mejora intentándolo otra vez y poniéndole un poco de humor a los errores cometidos. Para este ejemplo, primero organiza una reunión donde expongas un tema a tus familiares solamente, luego, agranda el grupo invitando también a conocidos cercanos, después a amigos de los conocidos y así sucesivamente.
Primero podrías explicarles un tema muy sencillo del que te guste mucho, y poco a poco ve aumentando el nivel de complejidad. Pídeles que al final te hagan comentarios y recibe las sugerencias abiertamente. Habrás aumentando tu autoestima, y eso no te restará amor propio, sino que te harán proponerte retos mayores hasta que te libres definitivamente de aquel pánico escénico.
Una vez más, amándote a ti mismo (teniendo una buena autoestima) considerarás que tienes la habilidad para hacer frente a cualquier situación y valorarás tus capacidades, estarás en constante aprendizaje y te enfrentarás al cambio. Inicialmente, el miedo ha sido tu mecanismo de defensa para protegerte de posibles riesgos que has presentido como “peligrosos” (ejemplo: hacer el ridículo), pero después de haber experimentado dicho miedo, no te quedes con él toda tu vida, reemplázalo por otras estrategias más saludables como las propuestas aquí en este artículo en cada paso a seguir.
¿Cuántas oportunidades has dejado perder a causa del miedo? empieza a quitarte ahora mismo las cadenas con las que te has amarrado las manos para actuar, emprender tus propósitos y ser feliz.
¡Libérate ya de todas esas ataduras y disfruta de la alegría de vivir explorando todo tu potencial!
Un abrazo,
Elías Berntsson
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