viernes, 9 de diciembre de 2011

Cuando es el mejor momento

Hay cosas que hacemos casi de manera automática, pero para otras nos lo pensamos dos, tres, cuatro, catorce, quinientas y más de mil veces antes de dar el primer paso; cosas para las que nunca sabemos cuando es el mejor momento de actuar.

Acabas de destrozar el coche de tu amigo; sí ese coche que no le deja a nadie y que por fin te dejó a ti. Probablemente el coche sobreviva, pero ¿Cómo y cuándo se lo dices a tú amigo? Además, estás pensando en dejar tu trabajo fijo e irte a vivir al extranjero ¿Cómo decírselo a tú familia?

Y para planear bien el viaje te iría bien pedirle a tu jefe un cambio de horario, incluso trabajar el último mes desde casa, pero siempre que lo ves está malhumorado y nunca sabes cuando es el mejor momento para hablar con él.

Llamas por teléfono a tu amigo y lo encuentras de muy buen humor; hoy tuvo un examen y le fue muy bien. En ese momento piensas, “mejor no decírselo hoy, no voy a aguarle la fiesta”. Al día siguiente quedas con él en una cafetería, vas dispuesto a decirle que su coche ya no es el que era, pero lo ves algo nervioso por una pequeña discusión que tuvo en el trabajo. Entonces piensas, ahora no se lo puedo decir, ya llegará el mejor momento.

¿Cuando es el mejor momento?


En realidad, para según qué cosas, el mejor momento nunca llega.

Obviamente no vas a pedirle un favor a alguien en medio de una discusión, ni un aumento de sueldo a tu jefe si está enfadado, lógicamente encontrarás momentos algo más tranquilos para hablar de según qué temas.

Sin embargo hay cosas para las que nunca y digo realmente nunca es el mejor momento; y es justo para esas cosas para las que curiosamente siempre buscamos la situación idónea sin poder encontrarla.

En el caso del coche de tu amigo, qué más te da si ahora mismo está contento, nervioso, relajado,… ¡si de todas maneras se va a poner furioso! No te quepa ninguna duda, si le destrozas el coche bien no te va a responder.

Pero sea lo que sea, tanto si te grita y te dice lo irresponsable que eres, y todo lo demás que puedas imaginar, como si te deja de hablar durante un tiempo, no va a cambiar nada que lo hagas hoy o que decidas decírselo el martes que viene. Bueno sí, lo que cambiará es que tú te quitarás antes un buen peso de encima y dejarás de darle vueltas. Ganarás tranquilidad.

Cuando es el mejor momento, ¿ahora? ¡Si!


Por supuesto, cuanto antes hagas o digas eso que tanto te cuesta antes te quedarás más relajado y pensarás “ya pasó”. Pero para que llegue ese momento tienes que aprender a ser más decidido y tener la asertividad suficiente como para saber cómo tomar determinadas decisiones.

De la misma manera que las cosas se pueden decir de muchas maneras, también se pueden ver de distinta forma: acuérdate de aquel vaso con agua hasta la mitad ¿lo ves medio lleno o medio vacío?

Está claro que no te puedes pasar la vida esperando a cuando es el mejor momento y dicho momento tiene que ser perfecto. Si eres una persona asertiva sabrás comunicar lo que quieres, le pedirás a tu jefe un cambio de horario, un aumento de sueldo, lo que sea, pero no irás con la cabeza agachada como si tuvieras miedo de su respuesta. De la misma manera le contarás a tu amigo lo de su coche en cuanto lo veas, sin pensar en las consecuencias.

Decide ahora que cuando es el mejor momento para pasar a la acción es ya mismo, por muy complicado que te parezca. Pues pasado mañana o la semana que viene nada habrá cambiado. Si no sale bien ahora, piensa que si lo pospones tampoco va a salir bien; de la misma manera, si sale bien ahora, te dejarás de preocupar.

Simplemente sé asertivo, atrévete y pasa a la acción cuanto antes.

Revista Verdadera Seducción

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