lunes, 26 de diciembre de 2011

El increíble poder de la Diligencia

“Sin presión de tiempo todo esfuerzo disminuye con tendencia a cesar por completo”.
Carlos Cuauhtémoc Sánchez

”El perezoso no ara el campo debido al frío, luego suplicará en la cosecha y no hallará nada”.
Proverbios 20.4
“El secreto del éxito es que comiences un poquito más temprano, trabajes un poquito más duro y te quedes hasta un poquito más tarde”.
Paráfrasis de una frase de Brian Tracy

Diligencia puede ser definido de manera simplista como el hábito de hacer las cosas con tiempo, como ser estudiar durante un determinado periodo de tiempo, por ejemplo estudiar un libro durante media hora al día 30 días antes del examen y no empezar a leer el libro una semana antes del mismo.

Leí la otra vez que diligencia es la cualidad que puede llevar a una persona a “cavar un pozo antes de tener sed y sembrar una semilla antes de sentir hambre”.

Sin embargo leyendo el libro “El Hombre más Rico que Jamás Existió” de Steven K. Scott me tope con un concepto de diligencia muy diferente:

“La diligencia es una habilidad que se puede aprender y que combina: persistencia creativa, un esfuerzo inteligente rectamente planificado y rectamente realizado de un modo oportuno, eficiente y efectivo, para conseguir un resultado puro de la más alta calidad”.

Diligencia no es solo hacer las cosas con tiempo según el concepto explicado por Steven atribuido al Rey Salomón, sino también debe hacerse de forma inteligente, planificada, de forma eficiente y efectiva.
El mismo autor hace ciertos comentarios que considero relevantes profundizar el concepto:

“Es consagrarse a invertir los días, las horas y los minutos de uno mismo en algo que va a traer un rendimiento puro sobre el tiempo y el esfuerzo invertido”.

“La verdadera diligencia implica muchas cualidades. Y ése es el motivo por el cual la verdadera diligencia es tan rara”.

En fin mi concepto de diligencia termina siendo: el hábito o capacidad para hacer las cosas con tiempo concentrando todos tus recursos en un esfuerzo inteligente por conseguir una recompensa de calidad por la actividad realizada.

Recompensas para los diligentes

En la Biblia existen varias recompensas para los que son verdaderamente diligentes, y obviamente en la vida real estoy seguro que las hay muchas más pero las que mencionó el Rey Salomón son las más importantes.
Los proyectos del diligente, son todos ganancias, para el que se precipita, todo es indigencia
Proverbios 21.5

¿Haz visto al hombre diligente en su oficio? Se colocará al servicio de los reyes.
Proverbios 22.29

La mano del diligente obtiene el mando, la flojedad acaba en trabajos forzados.
Proverbios 12.24

El alma de los diligentes engorda.
Proverbios 13.4

Quien cultiva su tierra se hartará de pan, pero quien vaya en pos de personas vanas está vacío de entendimiento.
Proverbios 28.19

La fortuna obtenida por vanidad decrecerá, pero aquel que junta por trabajo prosperará.
Proverbios 13.11

Quizá lo que más me guste de ser diligente es la disminución del esfuerzo, como dice la cita al principio: “sin presión de tiempo todo esfuerzo disminuye con tendencia a cesar por completo” siendo diligente puedes hacer grandes cosas con mayor comodidad (o con muchas menos incomodidad) que la que tendrías si ejecutarás tus proyectos sin diligencia.

Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.
Proverbios 24.10

La única seguridad auténtica en la vida proviene de saber que mejoras en algo cada día que pasa. No me preocupa el hecho de mantener mi calida de vida, porque me esfuerzo a diario por mejorarla.
Anthony Robbins

Un artículo de Jaime Baspineiro Montaño

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